A PROPÓSITO DEL FALLECIMIENTO DEL DR. EDGAR FRANCISCO ROMERO MONTEAGUDO

“Tanta fortuna es morir como nacer, porque los muertos están vivos”.

José Martí. OC. T 13. Pág 136.

Una inmensa pena envuelve el corazón de la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara, pues ha dejado de existir el “PROFESOR CON MAYÚSCULA”, a la manera de decir de Carlos Rafael Rodríguez: EDGAR FRANCISCO ROMERO MONTEAGUDO, (1938-2016) denominado así porque alcanzó esta condición por su ejecutoría personal de ejemplaridad y su autoridad moral pedagógica que ha llegado a todos los docentes; su presencia no dejará de sentirse en cada uno de los espacios donde esté presente el debate académico.

Desde el curso 1956-1957 se incorpora a la educación cubana y mantuvo ese vínculo hasta el momento de su fallecimiento, acostumbraba a declarar que nunca se jubilaría. Avalan su trayectoria laboral los siguientes títulos académicos: Psicólogo Clínico, Especialista en Psicología de la Salud, Máster en Psicología Médica, Doctor en Pedagogía y Periodista profesional. Por su reconocido prestigio académico impartió conferencias en varias universidades internacionales.

Realizó una amplia actividad científica nacional e internacional, fue Presidente y Miembro Titular de los capítulos de la Sociedad Científica de Psicología de la Salud y de la Sociedad de Educadores en Ciencias de la Salud, ambas en Villa Clara. En esta última sociedad se desempeñó como Presidente Fundador, responsabilidad que ocupó desde 1995 hasta el 2005, durante ese período logró su funcionamiento estable y alcanzó resultados meritorios.

Fue Miembro de Honor de la Sociedad de Educadores en Ciencias de la Salud de Villa Clara, Miembro del Consejo Científico Provincial (2004-2008) y nombrado Presidente de Honor de la Cátedra de Pedagogía.

Fundó la Revista Medicentro donde cumplió diversas funciones, entre la que se destaca la de editor revisor, meticuloso y exigente respecto a la calidad de los artículos. Al nacer la revista EDUMECENTRO (2009) formó parte de su Consejo Editorial y cumplió funciones de asesoría en favor de su avance.

Obtuvo las Medallas “José Tey” (1982), “Rafael María Mendive” y la de la Alfabetización; las Distinciones “Dr. Ricardo Jorge Oropesa”, “Formador de Formadores” (2006), y por la Educación Cubana; además los Reconocimientos: “Maestro Martiano” (2009), por la Sociedad Cultural José Martí, de Villa Clara y por el SNTS “Gratitud a la bondad y la experiencia”. En varias ocasiones la FEU le otorgó la Condición “Tiza de Oro”.

Exponer cuánto nos enseñó, cuántos consejos atinados nos prodigó, cuantas críticas oportunas y constructivas nos hizo, resultaría imposible; por ello le decimos: estás junto a nosotros siempre, junto a cada alumno que acompañaste, como todo buen maestro vivirás eternamente en los modos de actuación de nuestro profesorado y en las generaciones de profesionales que formaste. Lleguen a familiares y amigos, nuestra gratitud eterna.

Cátedra de Educación Médica

Sociedad de Educadores en Ciencias de la Salud. Capítulo Villa Clara