Eficiencia del trabajo científico metodológico, ¿quimera o realidad?
EDITORIAL

 

Eficiencia del trabajo científico metodológico, ¿quimera o realidad?

 

Efficiency of the scientific methodological work, fantasy or reality?

 

 

El quehacer investigativo educacional es pilar que sustenta el desarrollo de una educación médica de calidad, pues sus resultados dictaminan acerca de la puesta en marcha de los procesos formativos y permiten introducir transformaciones oportunas y pertinentes. Las experiencias de este acontecer deben ser divulgadas en la comunidad de los educadores de las ciencias médicas, para que sean compartidas y aplicadas a otros contextos educativos; por ello, el rol del trabajo científico metodológico en el perfeccionamiento de la calidad educacional y en el mejoramiento humano y desarrollo social, es un aspecto que invita a reflexionar sobre este tema crucial.

En un editorial reciente Borroto Cruz1 expresó: "La madre nutricia de la educación médica ha de ser una práctica médica cada vez más científicamente fundamentada, ejercida por profesionales competentes que se constituyan en modelo a seguir por sus estudiantes", luego es imprescindible que este tipo de labor investigativa sirva de base a los cambios que ocurren en las nuevas modalidades del modelo cubano de formación médica.

Aunque impresiona obvia esta aclaración, resulta oportuno destacar que este editorial centra su atención en el trabajo científico metodológico modalidad del trabajo metodológico que emplea métodos investigativos, y que, a juicio de esta autora, es donde se manifiestan las mayores insatisfacciones. Así, en bibliografías consultadas2,3 se registra información referida a la tendencia del profesorado de las ciencias médicas en Cuba de emprender estudios centrados en el paradigma de la investigación biomédica, básicamente cuantitativa, por encima del enfoque cualitativo, y plantean diversos factores que originan esta problemática, entre los que citan la autopercepción del cuerpo docente sobre el poco dominio de los métodos a emplear en la investigación educacional, aspectos que inciden negativamente en el desarrollo del trabajo científico metodológico.

La integración docente asistencial investigativa que distingue a la educación médica cubana permite conjugar los componentes académico y laboral desde los primeros momentos de la preparación del estudiante; sin embargo, este elemento no solo puede ser un factor que obstaculiza el desarrollo de la investigación sino se le confiere suficiente prioridad.2

Resulta necesario aclarar que las universidades de ciencias médicas en Cuba se rigen por las normativas4 que establece el Ministerio de Educación Superior, donde se plantea que el trabajo metodológico, apoyado en la Didáctica, se realiza con el propósito de alcanzar óptimos resultados en el proceso docente educativo a fin de cumplir con los objetivos de los planes de estudio. Se ejecuta de manera individual y colectiva; la primera consiste en la autopreparación del profesor en los aspectos científico técnico, didáctico, filosófico, político ideológico e informáticos necesarios para emprender su labor docente; y la segunda, en el trabajo desarrollado por los colectivos docentes a diferentes niveles.5 Las formas fundamentales del trabajo metodológico son el trabajo docente metodológico y el trabajo científico metodológico; este último tiene el propósito de perfeccionar los procesos formativos a través de los resultados de investigaciones educacionales y a su vez, es fuente principal para el mejor desarrollo del trabajo docente metodológico, puesto que una modalidad se nutre de la otra y viceversa.

Debates académicos realizados en la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara, han permitido a los educadores emitir criterios sobre el trabajo metodológico y algunos se manifiestan en términos de que es una "labor rutinaria y repetitiva", y sostienen que pueden prepararse en el terreno de lo pedagógico sin que sea necesario acudir a él; en ese sentido se concuerda con Pernas Gómez6 cuando expresa que esas afirmaciones deberían acompañarse de las siguientes interrogantes: ¿qué aprenden esas personas?, ¿qué calidad tiene ese aprendizaje y sobre todo, qué eficiencia, eficacia y efectividad posee?. Por supuesto, que las formas del trabajo metodológico y sus modalidades constituyen el andamiaje o soporte donde se insertan los objetivos y tareas a cumplir para solventar las dificultades identificadas, de manera que la sistematicidad de esta labor, su creatividad y el grado de abordar temas pertinentes y de complejidad creciente dependerán del directivo que lo planifica, y de quienes lo supervisan y controlan.

Otra arista del asunto es que al finalizar el curso, el directivo responsable realiza un balance sobre el cumplimiento de estas actividades donde se enfatiza en el componente cuantitativo, sin explicitar en qué medida fueron cumplidos los objetivos declarados, ni justificar el por qué debe repetirse alguna actividad, o darle continuidad a otra con mayor nivel de complejidad.

Se han apuntado varios de los factores que pueden obstaculizar el desarrollo de un trabajo metodológico de calidad y que afectan la eficiencia del trabajo científico metodológico, pues para su óptimo funcionamiento, los directivos y profesores deben conocer sus atributos y potencialidades y velar porque sea planificado en correspondencia con las demandas del contexto donde se lleva a cabo.

Aludir a la eficiencia del trabajo metodológico significa tener la certeza del cumplimiento de los objetivos trazados, y que las tareas acometidas han garantizado la solución de las deficiencias apuntadas; en este empeño resulta un punto clave que se coloquen en el centro de atención los problemas que realmente requieren de una labor investigativa. Por supuesto, que su calidad está indisolublemente ligada a las evidencias que se aporten sobre su impacto en los procesos formativos, momento trascendental que debe continuarse con la publicación de estos resultados. No puede soslayarse el hecho de que divulgar conocimientos pertinentes a la problemática que acontece en las realidades educativas de las universidades de ciencias contribuye al debate científico y servirá de sustento a las decisiones que se adopten.7

La autora coincide con prestigiosos investigadores1,6-8 que han manifestado la imperiosa necesidad de potenciar los estudios educacionales que centren su atención en la evaluación del currículo para que sean la base de las transformaciones que se susciten, y precisamente la labor científico metodológica aporta una fuente valiosa en este terreno.

No pueden dejar de mencionarse las exigencias de los sistemas de evaluación y acreditación de carreras, programas e instituciones, pues tienen patrones de calidad a cumplir que no se alcanzan de manera inmediata, como es el caso del indicador de productividad científica, y donde la publicación que se registra depende de su primer autor, sin que influyan los restantes. Esta situación se contrapone con las exigencias para la evaluación anual del docente, en este caso es suficiente presentar una publicación como coautor, luego es preciso que la planificación del trabajo metodológico y la metodología a seguir para el convenio y evaluación del docente sean consecuentes con las demandas de estos sistemas.

Sin duda, juega un rol esencial que los decisores estén impregnados de la importancia que reviste este tipo de trabajo para ascender en la escalera certificativa de calidad, y conocer los atributos del trabajo metodológico, entre los que se tienen: su grado de correspondencia con las características del contexto donde se ejecuta (fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas), la identificación de las deficiencias existentes, la formulación de objetivos que expresen con claridad lo que se necesita modificar acompañados de tareas encaminadas a este fin, por citar algunos. Con esta finalidad se confeccionó un esquema que muestra los atributos del trabajo metodológico en forma de peldaños, y que se le confirió la denominación de escalera certificativa como se observa en la figura.

En este curso que recién comenzó, la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara se propuso emprender un trabajo metodológico de accionar transformador, para favorecer el desarrollo de la cooperación y colaboración entre los miembros del claustro, y promover la obtención de una mejor producción científico metodológica que permita vislumbrar su impacto sobre los procesos universitarios.

Esta labor se desarrolla en el contexto de un centro de altos estudios que ya ha obtenido su condición de Institución Certificada, al igual que la carrera de Medicina, mientras que Estomatología desde el curso anterior exhibe la condición de Carrera de Excelencia. Por ello se propone desplegar acciones que potencien el desarrollo de procesos universitarios de calidad.

También se le confiere prioridad al trabajo científico metodológico como vía idónea para dictaminar su repercusión o impacto sobre los procesos formativos, y se preconiza orientar y controlar la divulgación del nuevo conocimiento así como contribuir a la validación de su pertinencia.

Se orienta efectuar una valoración del trabajo metodológico al finalizar el curso, donde se conjuguen aspectos cuantitativos y cualitativos y se instauran mecanismos de evaluación y autoevaluación para fomentar una cultura de evaluación en este quehacer; para ello se han instituido variables e indicadores que facilitarán la emisión de certeros juicios de valor sobre los resultados obtenidos.

Otra singularidad de esta etapa es la colocación de sus mejores experiencias en fondos documentales creados a estos efectos en los niveles de carrera, filiales y sedes universitarias, a fin de divulgar este acontecer y compartirlo con otras comunidades académicas. A nivel del Vice Rectorado Académico se dispondrá de un espacio para ubicar los mejores resultados de cada instancia, y otros se registrarán en el Repositorio Documental de la Educación Médica en Villa Clara.

Sin duda, para que el trabajo científico metodológico sea realidad y no quimera debe asumir los atributos que se apuntan en la figura que representa la escalera certificativa modelo e incentivar el desarrollo de investigaciones que puedan dictaminar acerca del impacto sobre los procesos formativos, como única vía de verificar el logro de transformaciones sucesivas y efectivas, desde posiciones sustentadas científicamente.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Borroto Cruz ER. Hacia una educación médica cada vez más científica. Educ Med Super [Internet]. 2015 [citado 12 Ago 2015];29(2):[aprox. 2 p.]. Disponible en: http://www.ems.sld.cu/index.php/ems/article/view/745/242

2. Cires Reyes E, Vicedo Tomey AG, Prieto Marrero G, García Hernández M. La investigación pedagógica en el contexto de la carrera de Medicina. Educ Med Super [Internet]. 2013 [citado 12 Ago 2015];27(1):[aprox. 8 p.]. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21412011000100008&lng=es&nrm=iso&tlng=es

3. Lombardo Vaillant TA, Soler Morejón CD, Miralles Aguilera MA. Consideraciones en torno al problema de las publicaciones científicas de los profesionales de la salud. Educ Med Super [Internet]. 2013 [citado 12 Ago 2015];27(1):[aprox. 9 p.]. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21412013000100016&lng=es&nrm=iso&tlng=es

4. Ministerio de Educación Superior. El trabajo metodológico. En: Reglamento trabajo docente metodológico. Resolución No. 210/2007. La Habana: Ministerio de Educación Superior; 2008. p. 14-41.

5. Caballero González JE. Apuntes históricos sobre el surgimiento y desarrollo del trabajo metodológico en la educación médica cubana. EDUMECENTRO [Internet]. 2013 [citado 12 Ago 2015];5(2):[aprox. 8 p.]. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2077-28742013000200022&lng=es

6. Pernas Gómez M. Trabajo metodológico: vía para dirigir el proceso enseñanza aprendizaje, no algoritmo de tareas. EDUMECENTRO [ Internet]. 2014 [citado 10 Ago 2015];6(1):[aprox. 18 p.]. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2077-28742014000100020&lng=es

7. Borroto Cruz ER. Investigar, publicar y debatir para transformar. Educ Med Super [Internet]. 2013 [citado 10 Ago 2015];27(1):[aprox. 3 p.]. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21412013000100001&lng=es

8. Vicedo Tomey AG. El debate académico en Educación Médica. ¿Qué tenemos, qué nos falta?. Educ Med Super [Internet]. 2013 [citado 10 Ago 2015];27(4):[aprox. 8 p.]. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21412013000400001&lng=es

 

 

Recibido: 25 de agosto de 2015.
Aprobado: 25 de agosto de 2015.

 

 

Esther Díaz Velis Martínez. Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara. Cuba. Correo electrónico: estherdm@infomed.sld.cu

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